Hace mucho tiempo, la estructura que actualmente alberga Roomers, solo era un edificio de oficinas. Cuando estas cerraron, permaneció durante mucho tiempo vacío, hasta que la firma de arquitectos Grübel y la diseñadora rumana Oana Rosen, pusieron sus manos en el edificio y lo convirtieron en un elegante y moderno design hotel.
Roomers ofrece 106 habitaciones, 11 suites, un restaurante y un bar, impecablemente diseñados, aunque quizás, la característica más impresionante de este hotel es su cúpula de cristal iluminado de 600 metros cuadrados. Bajo esta burbuja futurista, tres salas de conferencias completamente equipadas, ofrecen impresionantes vistas sobre el distrito financiero de Frankfurt. Junto a estas salas, encontramos el impresionante centro de fitness y wellness, concebido por la empresa de Wiesbaden 3deluxe-Biorhythm Architects.
Los huéspedes del Roomers disfrutan en sus cinco plantas, de una elegancia futurista, llena de electrizantes florituras de diseño y remolinos de colores oscuros. Confortable y estilizado, el parquet negro de las habitaciones y el acero pulido o la piedra negra natural de los baños son algunas de la muestras del triunfo de un elegante y moderno hotel de diseño.